Independiente 0 - 0 River Plate

INDEPENDIENTE 0 - 0 RIVER PLATE

Perdimos la punta...pero no la esperanza....








Sitio Oficial RIVER PLATE:

No se pudo con Independiente de Avellaneda, por la decimoquinta fecha del torneo local, y se consiguió un empate sin tantos para continuar en la lucha por el título, aunque ahora en el segundo escalón. Con la unidad sumada hoy, nuestro cuadro acumula 31 puntos, dos menos que Estudiantes, que se encuentra como único líder, tras vencer en el clásico platense el pasado sábado.

La próxima fecha será decisiva y se necesitará de un triunfo ante Huracán, en el estadio Monumental para no perderle pisada al elenco de Néstor Sensini, el cual recibirá en La Plata a un Independiente que se jugará una carta fundamental si es que quiere llegar con aspiraciones en la recta final del campeonato.

Sin volumen de juego
En la primera mitad nuestro elenco no inquietó ni tuvo una brújula para entender un partido que se jugó bastante mal, en líneas generales, más allá de las ganas de ambos equipos por intentar rescatar un resultado favorable. El conjunto local tuvo una chance inmejorable para desnivelar en el marcador al minuto 27 del partido. Daniel Montenegro (jugó sólo el primer tiempo) remató un tiro libre al corazón del área chica. La pelota rebotó en la cara del defensor Nicolás Sánchez y recayó en Carlos Matheu, quien disparó mordido y la pelota, tras el rebote final de Sebastián Abreu le quedó a Lucas Pusineri debajo del arco. Con un Juan Pablo Carrizo desbordado, el volante remató sin fuerza y sobre la línea misma del arquero, el portero millonario se quedó con el balón. Milagroso.

Mientras nuestro elenco no enhebraba situaciones de peligro ni podía tener la pelota en el mediocampo, el ex River Lucas Mareque probaba suerte desde lejos con un zurdazo potente que se fue por encima del travesaño. Ariel Ortega se preparaba para ingresar en la segunda parte.

De ida y vuelta
Sin Montenegro, Independiente bajó y mucho en su nivel ofensivo. Por su parte, el ingreso a los seis minutos del jujeño Ortega (por Augusto Fernández) lo ayudó a nuestro equipo a crecer futbolísticamente. El '10' se paró como enlace y por sus pies pasaba el balón de tres cuartos de cancha en adelante. Sin embargo, Ismael Sosa fue quien estuvo a tiro de abrir el marcador, anticipándose a Carrizo, punteando un balón que despejó en la línea Nicolás Sánchez.

A los 23 nuestro elenco tuvo su mejor chance a través de los pies de Ortega, quien con un tiro libre a media altura, a punto estuvo de marcar su segundo tanto consecutivo por el certamen casero.

Y en la última de peligro, Ortega se sacó de encima una marca y habilitó a Abreu, que se llevó por delante la pelota y ante la salida del arquero Fabián Assmann, no pudo golpear el balón y se cayó, reclamando penal. Saúl Laverni no se lo concedió. Finalizó el cotejo con el sabor de haber perdido la punta pero no la esperanza.

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Pero todas las cosas tienen su mitad buena. En este caso que Ahumada pudo asimilar y transformar en entrega la avalancha de insultos que nacieron en la popular millonaria. Porque el “Ahumada hijo de p…, la p… que te parió” tronó muy fuerte en la tarde de Avellaneda. Además, también hubo banderas agresivas para con el

volante (también Juan Pablo Carrizo ligó su parte). Sin embargo, Oscar tardó 30 segundos en demostrar que los insultos, lejos de sacarlo de partido, lo agigantaron. Le fue a pelear una pelota a Fredes en la puerta del área grande de River y se la sacó. ¿En la tribuna? Silencio. Pero Ahumada comenzaba a hablar… en la cancha.

Con el correr de los minutos, Oscar fue el “león” que suele ser en la mitad de la cancha. Trabó con todos, dejó maltrecho a Mareque cuando fue a pelear una pelota y también le hizo sentir el rigor a Pusineri. No conforme con eso, casi que no falló en la entrega (hasta metió dos lindos cambios de frente) y fue el termómetro de River. A tal punto que cuando la lesión lo venció y tuvo que salir recibiendo aplausos por parte de la platea e indiferencia de la popular, River lo sintió. Ahí creció el “Rojo” y si Sosa hubiese estado más fino, quizás hasta lo ganaba.

Lo realmente elogiable del zarateño es que en un partido donde cualquiera estaría al borde de un ataque de nervios, Ahumada copó la parada y fue el sostén de River cuando el equipo “millonario” dominó el juego, aunque sin claridad. Contrario por ejemplo a Carrizo, quien el sábado salió a arreglar lo que había dicho y la gente, aún así, le sigue recordando lo que dijo, conclusión: Carrizo, por primera vez, estuvo muy nervioso. Cometió un penal, falló en dos pelotas cruzadas y hasta sacó muy mal del arco. Eso sí, no se privó de hacer jueguito ante un rival asustando a los hinchas “millonarios”.

Ahumada se fue lesionado, ¿estará el sábado ante Huracán? Ojalá. Porque River lo necesita, quedó demostrado en los últimos dos partidos. Ahora, cuando se vienen etapas de definiciones, River necesitará 11 Ahumadas, con el corazón caliente y con la entrega enorme que mostró el volante central. Eso sí, River necesita 11 Ahumadas

dentro del campo de juego, fuera del verde césped, con uno basta y sobra.

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¿Quien fue el mejor jugador del partido?

Para mi como para otros muchos fue Oscar Ahumada apesar de todos los insultos que bajaron desde la tribuna de RIVER.

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Que vuelvan los bombos y banderas. RIVER PLATE de mi vida.